¿Estás pensando en cambiar de sofá y no sabes si elegir entre uno de tela o uno de piel? A continuación, te hablamos de los pros y contras de los sofás de piel y de porqué elegir uno de ellos puede ser la mejor opción.

Pros y contras de los sofás de piel

Los sofás de piel suelen ser la opción menos económica, pero a menudo también la más duradera. No obstante, esto dependerá mucho del tipo de cuero, o del tipo de tela. Otro elemento que puede influir en esta elección es el aspecto del sofá. Aunque ya existen pieles sintéticas de muy buena calidad, la piel auténtica tiene un acabado inigualable que seduce a muchos de nuestros clientes.

Lo que está claro es que, tanto en el sofá, como en el colchón, no se debe escatimar en inversión. Ya que son dos piezas de gran importancia en el hogar y en nuestro descanso.

¿Qué ventajas tienen los sofás de piel?

Los sofás de piel tienen la gran ventaja de ser muy fáciles de limpiar y mantener. Por lo que son ideales para familias con niños. Para ello, basta con limpiarles el polvo a diario y pasarles un trapo húmedo que no deje pelusa para eliminar las manchas. Ya que, a diferencia de las telas, en la piel la suciedad no queda incrustada.

En el caso de las manchas más resistentes, puede utilizarse una toallita especial o con crema nutritiva.

Por otra parte, los sofás de piel aguantan muy bien el paso del tiempo. Además de su procedencia, esto es uno de los factores por los que se encarecen un poco. El desgaste de los sofás de piel es muy inferior a los de tela. Además, en algunos casos se le da un tratamiento que envejece la piel para conseguir un toque más elegante.

Un consejo que puede ayudar a mantener los sofás de piel como el primer día es aplicándoles una crema especial cada seis meses.

En cuanto a la decoración, los sofás de piel se adaptan perfectamente a todos los estilos; desde los más modernos, a los más clásicos.

¿Cuáles son los inconvenientes de los sofás de piel?

Para muchos, la principal desventaja de los sofás de piel es que pueden ser fríos al tacto en las épocas invernales del año y calurosos en verano.

Por otro lado, como ya hemos dicho antes su precio suele ser siempre superior al de los sofás de tela. En cambio, la inversión se amortiza con los años que dura en buen estado el sofá.

En el caso de tener animales domésticos que puedan arañar estos elementos, los sofás de piel no son la mejor opción. De igual modo, se deberá tener cuidado de no colocarlos en una fuente de luz o de calor directa, como una ventana o un radiador.

Pros y contras de los sofás de tela

La alternativa a los sofás de piel son los de tela. Sin duda la mejor opción cuando queremos amueblar un piso de alquiler, tenemos un presupuesto más ajustado, o básicamente son temporales.

¿Por qué elegir un sofá de tela?

Algunas telas ya incluyen tratamientos que los hacen más impermeables a las manchas, haciendo más práctica su limpieza. También es una opción muy buena si se tienen mascotas.

Tenemos que destacar que estos productos son más cálidos en invierno, aunque en verano pueden resultar también más cálidos de lo que nos gustaría.

Respecto a su aspecto, los sofás de tela tienen la gran ventaja de estar disponibles en multitud de acabados y estampados. Por lo que es más fácil personalizarlos a nuestros muebles o colores decorativos.

¿Qué desventajas tienen los sofás de tela?

El principal contra de los sofás de tela es que suelen desgastarse mucho más rápido que los modelos de piel. Además, esto hace que su mantenimiento sea menos cómodo que en el caso de la piel.